martes, 3 de julio de 2012

al que madruga, el prócer lo ayuda?

Esta cierva en vez de estar en el monte, todavía está en la cama escribiendo este blog y escuchando a un hombre que me pregunta por qué las mujeres somos malas, malas. Él tendría que tener una mujer que no fuese escritora para que no fuera mala, sino una buena señora que prepare panqueques. Dice "que te parió", pero no es a mí, sino a una llave inglesa que está trabada y le impide hacer "su tarea", él siempre tiene tareas, ahora dice que tiene ganas de matarla y se lo dice a su llave inglesa. Debe ser interesante conversar con una llave inglesa y amenazarla de muerte. La llave inglesa le sonríe con ironía y él grita "mierdita". En verdad está preocupada porque son más de la nueve y su hija adulta duerme. A nosotros nos educaron en que hay que madrugar para que dios nos ayude (aunque no creamos en dios, supongo que la patria, o artigas, o en su peor defecto, los treinta y tres orientales podrían ayudarnos si madrugábamos), pero si nuestros hijos ya adultos duermen es que no están produciendo y por lo tanto no son útiles, y por lo tanto son haraganes y así van a educar haraganamente a sus hijos y ¡qué será del mundo! ¡Horror el mundo! Nosotros seguimos despertándonos a la hora que se despiertan los pájaros y nos dedicamos a hacer todo tipo de tonterías, incluso trabajar, porque así nos inculcó nuestra educación vareliana.

1 comentario:

  1. un sesgo irónico que mezcla aquello que puede ser un error de enseñanza de los veteranos (nosotros padres) o un pésimo aprendizaje de los jóvenes,
    aunque creo que hay otros factores que moldean la realidad
    .
    interesante
    .
    saludos desde la Costa de Oro

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